Podrás, por consiguiente, simultanear numerosos S.O., combinando entre otras cosas Windows XP con Linux sin ningún inconveniente. Otra de sus virtudes es que una vez instalados los S.O. complementarios por medio de VMware tendrás la posibilidad de usarlos de manera individual y trasladarlos a otros PC apaciblemente.
El programa anfitrión sólo puede ser ejecutado bajo Windows NT, 2000, XP, Vista, 7 u 8 (también existe versión para Linux) pero una vez hecho las opciones de disponer nuevos S.O. se disparan.
Es poco menos que asombroso poder abrir un S.O. dentro del propio y ejecutarlo en ventana, sin requerir ningún reinicio, como si de un programa más se tratase o a fullscreen, como si tu previo S.O. hubiese desaparecido.
Otra de las virtudes es que las instalaciones de S.O. “adicionales” son independientes, de manera que se tienen la posibilidad de trasladar a otro equipo que además posea VMware y ahí vas a tener ése S.O. entero y listo para trabajar.
